Friday, August 25, 2006

De cómo Alcachofo salió del pueblo para comerse el mundo y se comío otra cosa

Sépalo todo de éste enigmático cantaor.

Nace en 1946. Su madre murió tras el parto, del susto.

Su infancia fue francamente difícil. Con tan sólo diez años trabajaba ya en el club de alterne que regentaba su padre, interpretando a Rafaella Carrá en italiano y cosechando menos éxito del que esperaba debido en parte a su desconocimiento total del idioma y en parte a su dislexia. Los siguientes cuatro años se limitó al play-back.

A los dieciocho años decide probar suerte en Madrid, y el 18 de febrero de 1964 se traslada a la capital debutando esa misma noche en un conocido tablao. El 19 de febrero del mismo año regresa al pueblo donde no comenta nada sobre el intento de linchamiento. Este fracaso no le desmoraliza. Pero le unde en la miseria. Afortunadamente encuentra todo el apoyo del mundo en sus paisanos, que le animan a que salga del pueblo a darse a conocer, o a lo que sea, pero a que salga del pueblo.

Al fin a los 20 años de edad se decide a probar suerte de nuevo y realizar una tournee veraniega por la costa del sol en motocarro ejerciendo de manager, técnico de sonido, ballet coreográfico, artista principal y artista invitado de su propio cuadro flamenco. Abandona el proyecto después de suspender por cuarta vez el examen psicotécnico requerido para la obtención del permiso de conducción. De todas formas no tenía dinero para un motocarro.

Por aquel entonces ya comenzaba a ser popular en los pueblos de la región. Su interpretación de la canción de Geogie Dann "Mami que será lo que quiere el negro" por bulerías llegó a ser emitida reiteradas veces en una emisora de radio local, captando una audiencia que comprobaba perpleja que existía una versión peor que la original.

El crecimiento de su popularidad se debió a horas y horas de campañas publicitarias en los principales medios de comunicación del país, debido tal vez a que no se emitió un solo minuto de publicidad en televisión de su primer disco "Homenaje flamenco a los Pecos". El soporte publicitario escogido por su equipo de marketing, formado exclusivamente por el propio Alcachofo, se limito a las paredes de los pueblos cercanos, en las que escribía con tiza "lla a la benta mi ultimo elepé y casét "Omenaje a los pecos".

Esta campaña publicitaria no incrementó las ventas del disco. Al contrario, evitó que se vendiera uno sólo. Pero el 18 de marzo de 1966 su equipo de distribución y logística (formado por el mismo personal que el de marketing) consigue su primer éxito comercial. Coloca tres cassettes en un expositor de la gasolinera de Santovenia de Valdoncina, en la carretera comarcal C-126 entre Astorga y Viforcos. Esto le permite abarcar el Bierzo, un mercado mucho más amplio que el de su pueblo natal.

Año y medio después los mozos del pueblo compran una cinta para ver la reacción de Alcachofo al enterarse.

En 1967, una vez recuperado del infarto y lleno de ánimos, decide trasladarse con todas sus pertenencias a Madrid. Un día de ventisca coge una maleta, una gallina viva del cuello y un constipado y emprende camino a la gran ciudad. No le acompaña la suerte a Alcachofo en los primeros años de su aventura.

Para sobrevivir ejerce diversos trabajos: tramoyista, traficante de drogas, pinche de cocina de la prisión de Soto del Real, hombre cartel, figurante en el tren de la bruja, domador de pulgas, consultor de doma de pulgas... y diversos puestos de escasa responsabilidad.

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